Al tiempo que compone la segunda serie de los "Episodios", escribe las novelas de este volumen, que funcionan como contrapunto a la serie histórica. Estas obras ilustran un aspecto característico de la obra galdosiana: su preocupación por ponerse en la perspectiva del otro para comprender a los personajes desde dentro y en relación con el ambiente en el que viven. Las tres se desarrollan en el ámbito rural, donde aparece un representante del mundo moderno, caracterizado por el pensamiento racional, frente a la sencilla sociedad campesina, que tiene un sistema propio y sus integrantes no pretenden cambiar. No es de extrañar el éxito que alcanzó "Doña Perfecta", pues planteaba un tema de total actualidad agudizado en la Restauración borbónica: en el fondo de estas historias late la confrontación entre dos culturas incompatibles que entran en contacto. Por otra parte, "Marianela" representa un paréntesis lírico y sentimental entre las novelas de esta primera época.