Basado en hechos reales es la recopilación definitiva de los cuentos escritos por Juan Bonilla hasta la fecha. La amplia selección -en la que conviven textos inéditos con los ya editados, algunos de ellos prácticamente inencontrables- ha sido realizada por el propio Bonilla, quien también ha escrito, expresamente para la ocasión, un epílogo con interesantes comentarios a cada uno de ellos.
Cuando sólo en Norteamérica comenzaban a verse atisbos de lo que hoy se denomina autoficción, y lustros antes de la invención del término, Juan Bonilla ya estaba practicándola en sus primeros libros de cuentos. Cuando en la crítica española aparecieron términos como hibridación, relato general o multigenericidad, Bonilla había desarrollado y agotado ya todas sus posibilidades. Cuando todos van, Bonilla ha vuelto y no pierde tiempo reclamando paternidades: sigue buscando silenciosamente.
Los relatos de Juan Bonilla están cuajados en un molde único, preciosamente elaborado por el narrador jerezano, en el que caben la observación aguda, el sentido del humor, la perspectiva ética de la Historia, la ternura, el apunte libresco y el amor desgarrado por la literatura, la fantasía pura entremezclada con el realismo más inmediato.
La primera parte del libro: De lo que es capaz la gente por amor contiene los títulos: «El dragón de arena», «Alma cargada por el diablo», «Las Cartas de Mónica», «Las alegres comadrejas del windsur» y «El cromo de Boronat». En la segunda parte Un mundo raro se incluyen «La ruleta rusa», «Vitíligo», «El Terrorista Pasivo», «Una novela fallida», «El profesor Vogtheim», «Una historia borrada», «Record del mundo». La última parte, Personajes secudarios contiene los cuentos «El dios de entonces», «Excursión al otro lado», «Una montaña de zapatos», «Paso de Cebra», «Encuentro en Berlín». Y acaba con un epílogo, «Basado en hechos reales», en el que el propio autor reflexiona sobre los textos selecionados.
"Juan Bonilla no pretende hacer costumbrismo ni realismo plano con las historias que nos cuenta, sino introducir una pizca de desasosiego en nuestras vidas". Lorenzo Oliván, Revista Clarín.
"Mezcla absurdo e ironía, literatura y cotidianeidad, sombras y destellos, calamidades mentales y benignidades de prosa". Luis Antonio de Villena, El Mundo.
"Alguno de sus relatos roza la perfección". Javier Goñi, El País.