Beño, en su modestia, jamás imaginó que sus artículos acabarían formando un libro como éste, ya que los consideraba flor de un día , tan efímeros como la rosa del azafrán, que nace al salir el sol ymuere al caer la tarde. Sin embargo, hubiera sido una terrible injusticia dejar que permanecieran en el olvido, ya que conforman una obra de importancia capital, no ya en el bagaje literario de su autor, sino en el ámbito de la literatura periodística de todos los tiempos de este país.