¿Cuarenta años es tiempo suficiente para sentirse parte de un país? Yousef, a punto de cumplir los setenta, tiene que volver a plantearse la vida.
Cuando el exilio a Francia se convierte en la única opción al estallido de la década de los noventa en una Argelia que apunta al triunfo de los islamistas en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias, la figura de Isabel Eberhardt, la famosa exploradora y escritora de origen suizo, se convierte en la fuente de inspiración de los últimos cuadros que pintará Yousef, así como la figura en el espejo en el que mirarse ante el desastre que se avecina.
El individuo que participó como soldado en la guerra de liberación de Argelia, expulsado ahora del suelo en el que encontró su espacio, recorre con su testimonio incrédulo la historia reciente de un país que enfocó de manera distorsionada a los enemigos.