La crisis ecológico-social contemporánea es tan profunda que nos invita a reconsiderar los fundamentos mismos de las ideologías y el sentido común dominante. ¿No resultará a la postre contraproducente la búsqueda de dominación sobre la naturaleza? ¿Tiene sentido considerarnos como individuos separados de sus semejantes y de los ecosistemas? ¿El antropocentrismo no nos está descarriando mucho? ¿Cabe decir, a estas alturas de la historia humana, que sabemos habitar la Tierra? Quizá podamos avanzar hacia lo que se podría llamar una simbioética para seres terrestres, para Homo sapiens que de verdad decidan asumir la condición humana terrestre en la biosfera del tercer planeta del Sistema solar. Los ensayos reunidos en este volumen tratan de profundizar en esa idea.