que se sorprende con las caricias salvajes de una mujer, tan ardiente como sensible, capaz de arrugar las palabras de un poema para, versos después, mimarlo sin piedad.
Artículos relacionados
Vista previa: EL ANIMAL. MANUAL SIN INSTRUCCIONES PARA AMAR A UNA PANTERA ESCANDALOSAMENTE DISCRETA
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información