El barril de Diógenes es una autobiografía, dura y descarnada, pero real. Y es ahí dónde radica la fuerza de esta narración; más que en sus exóticos escenarios y sus situaciones estrambóticas, dramáticas e hilarantes a partes iguales. Su autor vivió y vive, al margen de los cánones sociales, y lo políticamente correcto. Declarado por la psicología “ sociófobo”, Javier Martín es un descastado, un desclasado cuya ética y forma de vivir la vida en nada se parecen a la del ciudadano de a pie. Emociona y escandaliza a partes iguales.