Un hombre frente a otra vida. La que nadie quiere imaginarse. Porque mientras esperamos a nuestro primer hijo, quién es capaz de proyectar una discapacidad. Quién es capaz de amar a ciegas, pavorosamente a ciegas. Quién es capaz de aceptar. Un hombre que sólo sabe escribir para salvarse. Para aprender a amar.