Este libro pretende evaluar su impacto en el contexto europeo a través del análisis crítico de las diferentes trayectorias económicas y sociales adoptadas por España, Italia, Grecia, Alemania, Francia, Austria, Reino Unido, Suecia, Hungría y Suecia. Además de mostrar en cada uno de estos países las perniciosas consecuencias del "régimen austeritario" europeo impuesto a los gobiernos en el gasto público y de las medidas de rescate del sistema bancario, que no han hecho más que agravar los efectos de la crisis -disminución del PIB, crecimiento del desempleo, aumento de la deuda pública y de las diferencias entre ricos y pobres.