El peculiar guardabosques protagonista de esta historia afirmaba que cuando tus palabras no sirven para nada, es cuando realmente empiezan a tener utilidad . Y así pasaba la vida, buscando y rebuscando entre todo aquello que no sirve para nada. Al recibir el encargo de vigilar un bosque acabado que había perdido todo su esplendor pasado conoce una ardilla que termina por ser una perfecta compañera en las peripecias de nuestro protagonista. Y en esa aventura el hacer sin beneficio les hará descubrir, la amistad, el amor profundo en ese bosque que va reverdeciendo con cada nueva e inútil ideallevada a cabo por la pareja.