"Escipión plantea la batalla narrativa como una indagación cargada de emociones ocultas: todo empieza con una herencia que puede hacer daño o curar, un mensaje del más allá que obliga a replantearse muchas cosas del aquí y ahora. Un hijo desnorteado que sigue el camino marcado por un padre muerto. ¿Hacia dónde? Un legado con trampa da pie a una gran novela, que se despliega entre la verdad maquillada que la gente adora y la verdad sin brillo que atrapa sombras. Dos territorios, un mismo paisaje: deslumbrante, sí, señor".
Tino Pertierra, La Nueva España