Mientras George Washington luchaba en Valley Forge y Benjamin Franklin negociaba en París, una red secreta de espías, corsarios y generales españoles operaba desde La Habana hasta Gibraltar. Bernardo de Gálvez conquistaba Pensacola al grito de «Yo solo». Diego de Gardoqui movía los hilos diplomáticos en Europa. El oro de México financiaba la revolución americana. SIN ESPAÑA, NO HABRÍAN EXISTIDO LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA Ángel Luis Cervera rescata del olvido una conspiración de tres siglos: el silenciamiento del papel decisivo del Imperio español en el nacimiento de la nación americana. Desde las batallas navales en el Mediterráneo hasta las operaciones encubiertas en Nueva Orleans, desde las heroínas anónimas hasta los pactos secretos entre coronas borbónicas, esta investigación demuestra que la independencia americana fue, en realidad, una guerra mundial. La Monarquía Hispánica no ayudó a los rebeldes norteamericanos por altruismo. Lo hizo para quebrar el dominio británico de los mares y recuperar Gibraltar. Pero ese cálculo geopolítico cambió para siempre el equilibrio de poder global. Una historia de