"La noche del 27 de agosto de 1934, cincuenta y seis niños se fugan de la colonia penitenciaria para menores de Belle-Île-en-Mer, una isla frente a la costa de Bretaña. Inmediatamente, los guardias y los gendarmes organizan una auténtica cacería, en la que participan vecinos e incluso algún turista. La recompensa es de veinte francos por cada fugitivo. En poco tiempo, todos son capturados. Todos, menos uno, que nunca será encontrado.