"""A la rapiña, el asesinato y el robo los llaman con nombre falso gobernar, y donde crean un desierto, lo llaman paz"", Tácito puso estas palabras en boca de quien defendía sus tierras ante las legiones romanas. A partir del siglo XV, los imperios europeos llevaron estas antiguas prácticas a una escala nunca vista, cimentando sus conquistas en saqueos, esclavitud y pillaje generalizados. Autoafirmándose en un derecho al uso de la fuerza unilateral, estos imperios consiguieron acumular a través de los años un poder global. En un relato que abarca desde Asia hasta América, Lauren Benton muestra cómo la violencia ejercida por los imperios definió la naturaleza misma de la guerra y la paz. Los constantes enfrentamientos y las intervenciones armadas instauraron un estado de guerra de facto perpetua en todo el mundo. Estas disputas intermitentes desencadenaron atrocidades, desde masacres repentinas hasta largas campañas de despojo y exterminio."