Galeano ha hecho de la mujer un eje vertebrador de su creación, para defender, en ella y en su reivindicación, la dignidad, siempre precaria, del ser humano.
En esta antología, cuenta la intensidad de personajes femeninos atravesados por el peso de una causa, como Juana de Arco, Rosa Luxemburgo o Rigoberta Menchú; por su propia hermosura o talento, como Marilyn Monroe o Rita Hayworth, Frida Khalo o Marie Curie, Camille Claudel o Josephine Baker.
Pero también cuenta las hazañas colectivas de mujeres anónimas: las que lucharon en la Comuna de París, las guerras de la revolución mexicana, las que -en un prostíbulo de la Patagonia argentina- se negaron a atender a los soldados que habían reprimido a los obreros.