Y Fellini, y tu pelo ardiendo, mineral y fuego, y la voz, agua también, de Joan Sutherland y la arena de aquella playa que frecuentábamos en los años noventa, en la que jugaba Ariadna con semblante serio y con los ojos fijos en el infinito azul.
Artículos relacionados
Vista previa: NO RECUERDO LA NIEVE
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información