La soledad, una de las grandes cuestiones de nuestro tiempo. Es una condición radical e inevitable del ser humano y a la vez roducto evitable de algunas de las formas de vivir que hemos generado en tiempos relativamente recientes, consecuencia ndeseada de la modernidad. A diferencia del inglés, el castellano no diferencia entre loneliness y solitude por lo que aquí se propone recuperar claridad con el vocablo «solitud», para esa «retirada estratégica a sí mismo» (Ortega y Gasset), tan necesaria para la vida diaria, individual y social, y para la creación científica y artística.Pero la soledad no es una «enfermedad», menos aún una «epidemia», aunque su crecimiento afecta a la salud y al bienestar de las personas. Nunca en la historia ha vivido tanta gente sola, no únicamente por falta de medios, sino muy a menudo como opción vital. En torno a la soledad ha nacido una economía, que también tiene sus cadenas globales. Van también surgiendo relaciones con nuevas máquinas empáticas. ¿Nos sacarán de nuestra excesiva soledad? Es posible.¿Nos devolverán nuestrasolitud? Es poco probable. Se requieren nuevas relacio