Nacida en Moscú en 1925 y nacionalizada española en 1993, Maya Plisétskaya desgrana en estas memorias la odisea personal y profesional de una artista soviética sobre el trasfondo histórico de los años 1930-1993. Una vida marcada por el éxito, pero también por la tragedia y la pérdida.
Ingresó en la escuela de danza del Bolshói a los siete años y obtuvo un rápido reconocimiento tras los años de formación. En 1937 su padre fue ejecutado por orden de Stalin. Su madre fue deportada con su hermano al gulag. Maya se convierte en "hija del enemigo del pueblo". Pero su perfeccionismo en la técnica clásica y su gran fuerza expresiva consiguen convertirla en primera bailarina del Bolshói. Tras largos años de veto para salir al extranjero, consigue finalmente bailar en EE.UU., Francia, elñ Reino Unido, Italia (donde fue directora del Ballet de la Ópera de Roma) y también en España (donde dirigió el Ballet Lírico Nacional de Madrid), país que considera su casa y donde ha sido galardonada en 2005 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Sus continuas giras internacionales le han permitido conocer a las grandes personalidades del siglo XX y obtener el reconocimiento clamoroso del público en los mejores escenarios del mundo.