Este hermoso libro nos transmite vida y saber, sustentado en una investigación rigurosa que la rica bibliografía final avala. Después de este libro, Parménides no es ya el padre de la lógica occidental sino el transmisor de un saber que viene de muy lejos y que adquiere para nosotros una gran actualidad, viveza y utilidad. Lo observamos muy bien cuando el autor recuerda esta cita de Parménides referida a los humanos: porque la impotencia que sienten en el pecho es lo que guía su pensamiento errático, mientras se ven arrastrados, aturdidos, sordos y ciegos a un tiempo de multitudes indistinguibles e indistinguidas. Kingsley comenta así esta visión que bien podría ser la del hombre de nuestros días: Lo que dice es tan práctico que mina todas las nociones que tenemos sobre lo práctico. Si uno se lo toma en serio, no puede seguir viviendo la vida como antes. Es por ello que este libro supone, ante todo, un revulsivo para el lector.`