La realidad no llama a la puerta, incluso a veces se cuela por la ventana y ataca por la espalda. Los relatos que componen esta recopilación están protagonizados por antihéroes, por personas que quemaron sus días besando la lona. Algunos son bien conocidos y tuvieron momentos de gloria previos al descenso al Averno (Gene Vincent, Buddy Holly). Otros, como la sombra que escribe bajo la luna de octubre o el presidente del club de los fracasados, son totalmente anónimos, si bien el lector probablemente se cruce con ellos cada día en la escalera, la parada de autobús o el supermercado.